El Guillatún

ANTENA.03 / Sacrificio.humano

Antena.03 - ilustración por Enkeli

Ilustración por Enkeli

Cultura del apocalipsis te hace abrir los ojos y ver en maravillosos grados de nitidez el horror sobre el que estamos parados, la trinchera bien diseñada en la que dormimos, las explosiones mudas que se repintan apresuradamente para no distraer a los paseantes. La saturación extrema y la superposición de datos y referencias que hacen doler la mente si no vives en el punto ciego, el borde del acantilado, la paranoia que agudiza y te hace ver debajo de las piedras.

Hace unos días un autónomo caoísta puso explosivo plástico para fabricar una pila de atletas mutilados y pintar de rojo las aceras, fue filmada y registrada en detalle, un niño murió, el nombre del culpable se pronuncia Djoker, sacrificio humano. En el segundo acto un imitador de Elvis le envía una carta tóxica al primer presidente negro de USA y es detenido mientras grita una frase que suena a Helter Skelter, la canción de los Beatles, ecos de Charles Manson y el sacrificio humano de Shaton Tate. En Chile un candidato presidencial que dirigía supermercados es eliminado en un sacrificio humano público por evadir impuestos con inversiones en Íslas Vírgenes, y reemplazado por el admirador de un dictador genocida, que además habla con el espíritu de un antiguo político homosexual asesinado a balazos por la guerrilla urbana chilena. Si sale electo, por primera vez un político muerto dirigirá el país desde el más allá usando a un médium como interlocutor. Se abren grandes posibilidades para pedirle asesoría a Luther King, Horacio y otros genios. La maravillosa idea de un planeta dirigido por sus muertos ilustres en una especie de ONU paranormal. Chile, pionero en la última frontera. Chile donde el sacrificio humano del político se realiza el mismo mes de abril cuando Antares de la Luz, líder flaite de una secta chanta como sólo en Chile se pueden dar, sacrifica a un niño de tres días arrojándolo a una hoguera. No puedo dejar de pensar en que ni siquiera podemos llorar adecuadamente a ese niño porque no alcanzó siquiera a tener un nombre. Cómo se habría llamado, quién habría sido, desde ese momento un fantasma recorre nuestro país, el de ese niño. Chile, donde la televisión apocalíptica horrorizó y angustió a millones durante todo el 2012 con la promesa del fin del mundo, con la llegada del Anticristo o las huestes del Señor y sus ángeles a arrasar con todo como gringos en Afganistán. Que empujó a la gente a tener miedo, a no viajar fuera de sus ciudades, a comprar bidones con agua y linternas solares, a construir refugios antiatómicos y a ridiculizarle en televisión, a refugiarse en sectas y sacrificar niños. Háganse cargo. El Charles Manson chileno, como el Charles Bronson chileno, que murió hace pocos días, la fotocopia feliz del edén, mi Chile que por segunda vez sacrifica a un niño buscando huir de la mirada horrorosa de Dios. Adán y la serpiente en el árbol, Cristo clavado a unos troncos, Judas colgando de otro árbol, Odín amarrado al gran árbol. Ramón Castillo colgando del cuello en Cusco. Es imprescindible para la salud mental de Chile repatriar sus restos, ojalá amarrado de un pie a una camioneta roja y arrastrado por tierra hasta Santiago, ojalá colgado en Plaza de Armas hasta que las palomas se coman el último nervio de su cuerpo, para que vuele en los estómagos de esas ratas con alas como una nube negra sobre Santiago y nos maldiga por haber sacrificado también a Luis Painecur, de 5 años, por miedo al maremoto de 1960. Todos deberíamos soñar que somos Luis Painecur en el momento en que, adivinando que iba a ser sacrificado, le rogó a su abuelo que lo perdonara, que en adelante iba a ser más trabajador. Maldito Chile, Puto Chile que mata, viola y golpea a sus niños. Merecemos que nos tape el océano pacífico, que la costa se redibuje a los pies de Los Andes y que nadie recuerde que alguna vez estuvimos acá abajo, mientras las jaibas nos comen los ojos.El Guillatún

Exit mobile version