Esta semana se recordó el terremoto que destruyó Santiago de Chile en 1647, un cataclismo que arrasó con esta ciudad en el verdadero borde del planeta de entonces. Un valle perdido en el confín del mundo, convertido en el infierno, quizá lo más parecido a Hiroshima que jamás tendremos. Gente harapienta caminando entre los escombros, hambrientos, sedientos, tomándose los orines de las mulas; pestes, tifus, huérfanos, mutilados, gangrenosos; se habla de antropofagía. Muertos caminando sobre la tierra y un maniquí de palo con una corona de espinas mirándolo todo desde su altura. ¿Saben ustedes que hubo un proyecto serio para solicitar autorización al Vaticano y realizar pruebas sobre la sangre seca de la Sábana Santa de Turín? El objetivo era clonar a Cristo desde el material genético que se pudiera recuperar. Jeshua, el zombie más famoso de nuestra historia back from the dead. Sólo dos veces no se ha realizado la procesión de este Cristo de mayo por las calles de Santiago desde esa catástrofe: en 1960 y el 2009, ambas previas al primer y segundo terremoto más grandes de nuestra historia. El 2009, además, el gobierno de Chile organizó una exhibición donde trajo las figuras de poder más importantes desde todos los puntos del país para instalarlas bajo el Palacio de La Moneda en un ritual desconocido. No sabemos si cada una de esas figuras poderosas, el Cristo de Kawach, el San Sebastián de Yumbel, el niño de Sotaquí, son las agujas que mantienen dormida a la Ten-ten de roca sobre la que levantamos nuestras ciudades. Un acto de magia negra de la secta que vino a dominar este territorio que se descompone como otro cadáver. Mayo ha sido el mes de la descomposición. Chile país de zombies ¿Saben ustedes que en nuestro padrón electoral hay 500.000 inscritos que están muertos? En Chile hay 500.000 muertos con derecho a voto. Podrían formar un partido e influir en el devenir de nuestra república. La nueva mayoría silenciosa. Podrida como nuestra clase política. Mayo mes de zombies. Subámonos al cerro San Cristóbal con pop corn a mirar el apocalipsis flaite de nuestra cutre clase política, perros zombies mordisqueándose unos a otros destrozándose a dentelladas y chuchadas mientras se les derrumba el edificio y no se dan cuenta, agarrados unos a otros con los dientes porque si nos hundimos que nos hundamos todos. Porque este 2013 ha superado toda expectativa y otra vez apalean niños y torturan gente, porque Sven von Appen nos desea una crisis, una guerra o un gobierno de izquierda para que se nos quite el hambre, porque Mathei le saca la madre a un gato de campo, porque a Paulman le ningunearon a su niñito (renunciar a ser presidente, senador y embajador debe ser algún tipo de récord) y 500.000 muertos van a salir a votar en las elecciones 2013 y elegirán presidente a los huesos de Pedro Aguirre Cerda zombie, y escribiremos el Adiós al Séptimo de Línea zombie, con hordas de no muertos entrando a Lima, brotando del suelo, saliendo desde las paredes de los conventos de Arequipa, comandados por nuestro presidente zombie que se acomoda y se acomoda la piel que se pone sobre su podredumbre, como el alien de Hombres de Negro o Xipe Tótec, nuestro señor el desollado. Hombres vestidos con la piel de un muerto como traje de astronauta, quizá para viajar al más allá. Astronautas, starman, space boy. Bowie zombie. El otro día un astronauta de la Estación Espacial Internacional cantó Space Oddity en órbita, eso sí que es cerrar un ciclo, todo un género literario que finalmente se mordió la cola. Bowie y su video sobre curas a lo Bukowski que quizá transcurre en una estación espacial. Las naves espaciales siempre me han parecido ataúdes, sino pregúntenle a Komarov o a Laika, que en realidad murió calcinada a poco del despegue. Nuestro primer ser orgánico orbitando la tierra fue un asado de perro, un cadáver. Piensen en eso. Quizá Laika regrese un día, monstruosa y zombie a pedirle explicaciones a los humanos. Quizá esa sea la segunda venida, no un cordero sino un perro, la perra de babilonia bowie starcraft envuelta en fuego hediondo a asado. El mismo olor que debe haber en el infierno hoy, cuando reciben con honores a ese monstruo que fue el dictador Videla. Hoy le mando un abrazo a los hermanos argentinos, que supieron enviar a ese animal donde corresponde, a una perrera con rejas separado del resto de la humanidad como un mesías fallido, otro Cristo milico que desata pequeños apocalipsis con nuestro consentimiento.El Guillatún
ANTENA.04
Ilustración por Enkeli