Solución divina para problemas terrenales

Coraje, Corazón y Rita es una obra de la compañía Teatro La Carnicera que pone en escena a tres monjas de claustro en un antiguo y mal cuidado convento, quienes se pasan el tiempo buscando la manera de atraer a las personas al «camino de la luz». Utilizando el humor negro y la sátira, esta comedia muestra como las tres religiosas no logran encontrar el método para alcanzar sus objetivos fracasando en el intento por reencantar a los feligreses. Al verse perdidas y desconsoladas en una situación de hambre, pobreza y pésimo vivir, creen haber encontrado la solución: realizar un auto sacramental. Sin embargo, el problema no radica en la actividad que decidan hacer, sino en algo más profundo relacionado con su postura frente a la sociedad. Tienen problemas humanos, pero intentan alejarse de ese estado de humanidad para elevarse a la divinidad y así poder revertir sus problemas. En un proceso inconsciente pretenden dar respuestas alejadas a su real condición; estando con hombres y mujeres, tratan de desenredar los problemas que a ellos conciernen, sin vivir ni morir con ellos.

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¿Cómo será la ciudad allá afuera sin nosotras?

Un texto dinámico de la actriz Priscilla Guerra y el poeta Diego Ramírez hace transitar esta interesante historia, que sólo baja su nivel en pequeños momentos, desde lo siniestro hasta lo cómico, apoyado en las precisas actuaciones de Mónica Ríos, Paula Jimenez y Taira Court. La dirección está a cargo de Priscilla Guerra, quien debutando en este cargo logra sacar provecho del texto y del elenco, dándole un hilo emocional y sensitivo a la historia. No cae en el discurso fácil ni en el panfleto social o religioso, cuestión tan tentativa al tener que poner a tres monjas en escena en un convento que se cae a pedazos. Se cuenta una historia que puede llegar a ser real y que incluso su trasfondo refleja la actualidad: grupos de personas que por creerse en un estado superior se alejan de los problemas que desean solucionar, en vez de adentrarse en ellos y cortarlos de raíz.

Asimismo, se descarta la unidimensionalidad de la historia, dando pie para analizar los claustros interiores de cada persona, de los grupos humanos y de la sociedad en general; vivir continuamente aislados de un mundo o un «sistema» que nos excluye, que nos condena y nos reprime, que no funciona bajo los parámetros de la justicia ni de la moral… Pero ¿qué hacemos nosotros para cambiar eso? ¿De qué manera intentamos modificarlo?

Otro punto destacable del montaje es la atemporalidad, o más bien, la mezcla de épocas que se pueden observar. La trama puede llevarse a cabo en la colonia, en el siglo XIX o en la actualidad. No hay un patrón definido. En eso hay un gran acierto, porque el tema que se trata está presente desde mucho tiempo atrás hasta hoy y encerrarlo en un calendario sería un error.

Coraje, Corazón y Rita es el primer trabajo de la Compañía Teatro La Carnicera y se presenta como una buena apuesta artística, con profundidad temática y gran acierto estético y dramático. Las risas en el público se desatan constantemente y el mensaje y la reflexión también tienen lugar en esta historia.El Guillatún