Without a net | Wayne Shorter Quartet | 2013
Tener enfrente un disco de Wayne Shorter genera una tremenda expectativa. Siempre estará el deseo de encontrarse de nuevo con algo tan excitante como el álbum Speak No Evil, en el cual Shorter explora una faceta oscura del jazz usando combinaciones de acordes algo fuera de lo común con melodías hermosas y sofisticadas. Quien no lo conozca podrá apreciar este enfoque en canciones como Dance Cadaverous, Infant Eyes o la propia Speak No Evil (todas del álbum recientemente mencionado, disponibles en Rdio y Spotify). Con su nuevo álbum, Without a Net (2013), el saxofonista y compositor regresa para sorprendernos con una propuesta de gran madurez artística, y al igual que en Speak No Evil viene acompañado de un grupo de músicos excelsos, aunque esta vez optó por un cuarteto. Sus cómplices son en esta ocasión el pianista Danilo Pérez, el bajista John Patitucci y el baterista Brian Blade.
El título del álbum, Without a Net («Sin una Red»), es verdaderamente certero como imagen de lo que aquí nos muestra este cuarteto. En el recientemente celebrado primer «Festival de Jazz por la Paz» fue mencionado por uno de los visitantes del Berklee Global Jazz Institute que los músicos de una sección rítmica (piano y/o guitarra, contrabajo y batería) detestan ser tratados como un play-along de las series de Aebersold, y que el solista debe estar tocando con la sección rítmica en vez de estar sobre ella (los play-along son una serie de libros con ejercicios o temas de jazz, acompañados de una grabación de músicos tocando la sección rítmica para simular una situación real de improvisación). Without a Net, álbum en el cual los cuatro músicos son todos del más alto nivel, es una cátedra de lo que significa tocar en conjunto. Es tan profundo el nivel de interacción que ellos logran que realmente llega a dar vértigo, pues si bien en un buen número de los temas hay una delimitación marcada por una cierta estructura o base que se repite, da la sensación de que se están moviendo sobre arenas movedizas. El sonido del cuarteto es tal que en una primera escucha da la impresión de que en ciertos momentos podrían dejarse caer en el free jazz, y sin embargo, su deseo de seguir en el aire tomados del trapecio es más fuerte.
La sensación de ilusoria inestabilidad está dada gracias a que los «acompañantes» no están meramente repitiendo estructuras, sino que contribuyen a la sonoridad global de cada pieza de manera tal que pareciera que estamos frente a una improvisación colectiva. Evidencia de ello está por ejemplo en la manera en que abordan el pulso. El pulso, que puede entenderse en música como una unidad regular que divide el tiempo, no siempre es tocado por todos de manera «obvia» o «evidente». A ratos dejan espacios, se anticipan o entran un poco después de él. Sin embargo, nunca deja de estar ahí y es por ello que la inestabilidad es ilusoria y no real. Basta con fijarse en Blade, quien se niega sistemáticamente a tocar patrones rítmicos fijos sin variarlos o intercalarlos con intervenciones creativas.
Si bien todas las piezas del disco son interesantes de escuchar, Pegasus merece una mención especial. El cuarteto en colaboración con un quinteto de vientos llamado Imani Winds se aventura a interpretar una obra que actualiza una línea demarcada en la primera mitad del s.XX. Dicha línea, representada por Rhapsody in Blue de George Gershwin y Ebony Concerto de Igor Stravinsky consiste en un acercamiento de dos mundos, el de la llamada «tradición académica europea» o genéricamente llamada «música clásica» y el del jazz. Y no es que un lenguaje necesariamente se imponga sobre el otro, sino que ambos conviven y dialogan en esta obra para generar una música que excede los límites de cada categoría.
Without a Net es uno de esos discos que ofrecen algo nuevo cada vez que se reproducen. Hace destacar las cualidades musicales del cuarteto pero siempre en función de un colectivo, y es por ello que me parece un álbum artísticamente maduro. Si aún no está seguro de si debe o no escucharlo considere al menos escuchar la primera pista, Orbits, gracias a la cual Shorter ganó el premio Grammy 2014 al Mejor Solo Improvisado de Jazz. El álbum se encuentra disponible en Rdio y Spotify.El Guillatún