Susan Stroman, coreógrafa y directora de teatro musical de Broadway firma la puesta en escena de La viuda alegre de Franz Lehár, que nos propone The Metropolitan Opera de Nueva York en su temporada HD Live y se lo agradecemos!
Rodeada por un equipo artístico excepcional —mencionaremos en particular el vestuario de William Ivey Long—, Stroman nos ofrece una versión de esta opereta en la que la danza toma la misma importancia que el canto y el diálogo característicos de este género.
Bailan todos los personajes, desde las grisettes (grupo de sopranos) del Maxim’s hasta Hanna Glawari y Danilo Danilovitch, interpretados nada menos que por Renée Fleming y Nathan Gunn.
La historia que se desarrolla en un París Belle Epoque de principios de siglo XX hace guiños constantes a la comedia musical. Brillante y osada idea del MET, la de poner esta puesta en manos de una régie no operática.
Hay una frescura en ese encuentro de géneros, un respiro alegre, que nos acompaña del principio al final del espectáculo.
¿Llegará el día en el que se desdibuje la odiosa jerarquización entre ópera y opereta? La actual empresa discográfica, siempre ávida de descubrimientos ya ha comenzado a darle su justo lugar a compositores de géneros mal considerados como es el caso de Ruperto Chapí, genial compositor de zarzuelas.
En el caso de Lehár, sus obras más conocidas son solo la punta de un iceberg de más de 40 obras. Lehár nos transporta a una Viena Imperial, Capital del Imperio Austro-Húngaro, entre la revolución industrial y la Primera Guerra Mundial, época en la que ya se gestan las grandes transformaciones modernas. De hecho el derecho al voto femenino (una de las grandes polémicas de la época) está inteligentemente evocado en La viuda alegre.
El MET muchas veces tildado de conservador (por sus puestas en escena «realistas» que contrastan con la estética de muchos teatros de ópera europeos) nos da una vez más una lección de innovación, llevando a cabo el ambicioso proyecto HD Live, en el que por medio de la tecnología la ópera llega a una impresionante cantidad de público en los más diversos puntos del mundo.
Las voces de Renée Fleming y de Nathan Gunn, de Thomas Allen y de Kelli O’Hara destacan entre un casting excepcional.
Nos vamos del teatro acompañados de las melodías tan geniales como pegadizas de ese gran compositor que fue Franz Lehár.El Guillatún