El Teatro Regional de Rancagua presenta como primera creación El barbero de Sevilla, encabezada por un elenco de lujo. Patricio Sabaté es la voz de Fígaro, Evelyn Ramírez en el rol de Rosina. Los acompañan Ezequiel Sánchez, Sergio Gallardo, Homero Pérez Miranda, Paola Rodríguez, Ramiro Maturana y Diego Álvarez.
El estreno estuvo precedido de un emotivo acto en el cual el Alcalde de Rancagua, junto al Director del diario El Rancaguino, dedicaron algunas palabras celebrando el éxito del Teatro Regional en su primer año de funcionamiento así como el comienzo de la temporada de ópera.
En el sentido original de la palabra «político», es decir de la polis, de la ciudad, tanto el Alcalde como el director del diario centraron sus discursos en la significativa circunstancia histórica del evento. Hito histórico para Rancagua y por ende para Chile; un ejemplo para las otras regiones donde poco a poco comienzan a emerger iniciativas similares.
Llama la atención como en este Teatro Regional conviven las más variadas propuestas artísticas con el ánimo de difundir una cultura contemporánea incluyente y participativa. La Orquesta Barroca NuevoMundo, única de su género en el país, tiene allí su sede y naturalmente es la protagonista de esta primera temporada de ópera, que continuará en mayo de este año con Platée de Rameau.
En lo personal lamentamos que la primera temporada de ópera, tan estrechamente asociada a una orquesta especialista en música barroca, se inicie con una obra de Rossini. Quizás los programadores cedieron a la tentación de una obra conocida de probada eficacia. Aún no se ve claramente cuáles son las intenciones de esta temporada de ópera Rancaguina. ¿Irá a marcar una tendencia original o será epígono de los títulos de la programación del Teatro Municipal de Santiago? Es una pregunta que vale la pena hacerse, sobre todo teniendo en cuenta que una de las falencias de la programación del TMS es la escasa presencia de la ópera barroca.
La escenografía, el vestuario, la iluminación, nos parecieron un eco de lo que tantas veces se ve en las temporadas líricas convencionales, adaptado a este espacio, funcional… No hubo sorpresa ni novedad. En cambio es imposible no remarcar que la forma de interpretar la música de Rossini que nos ofrecieron orquesta y solistas de este Barbero fue totalmente diferente a la que escuchamos habitualmente en Chile, acercándose a una interpretación de renovados vuelos.
En este sentido, la musicalidad del pianista Manuel de Olasso fue una de las fortalezas de este montaje. De Olasso puso una impresionante dosis de sensibilidad e inventiva sobre las antiguas teclas de un pianoforte que perteneció al prócer de la independencia Bernardo O’Higgins. En los recitativos acompañados en este piano brillaron las emotivas voces de los solistas.
El personaje de Rosina fue encarnado magistralmente por una extraordinaria Evelyn Ramírez. No faltó el histrionismo de Patricio Sabaté sostenido por su bellísima voz. Pedro Pablo Prudencio dirigió la orquesta acertadamente, a pesar de algunos problemas de balance que en ocasiones no permitieron escuchar con nitidez a las voces.
Admiramos y festejamos el inmenso esfuerzo que hay detrás de este nuevo proyecto. Esperamos que con el tiempo tome un camino e identidad propios.El Guillatún