4 de octubre a 16 de noviembre – Museo Nacional de Bellas Artes
Entre el 4 de octubre y el 16 de noviembre de 2013 se llevará a cabo, por primera vez de manera integral en el Museo Nacional de Bellas Artes, la 11ª versión de la Bienal de Artes Mediales (BAM), conocida en ediciones anteriores como Bienal de Video y Artes Mediales.
Como es tradición, importantes artistas chilenos y extranjeros convergerán en este espacio de diálogo e intercambio basado en las artes e industrias audiovisuales de avanzada, construyendo un encuentro abierto, inclusivo y de gran impacto en el contexto nacional e internacional.
En la celebración de sus 20 años, la BAM se presenta como un espacio de encuentro, promoción y difusión del video arte, animaciones e instalaciones audiovisuales, así como también del sector industrial audiovisual de vanguardia, como los videojuegos y las aplicaciones interactivas, poniendo en valor obras e investigaciones de realizadores y empresas chilenas e internacionales.
Una reflexión inherente a cada una de las versiones de la Bienal de Artes Mediales es el cruce entre diversas disciplinas artísticas, y cómo los resultados de estos cruces determinan y mueven los límites de lo que se conoce como práctica cultural.
«Durante su 11ª versión se pondrá un foco en el presente tecno-cultural que nos acompaña, y en la instalación de temáticas que fomenten la auto-formación de audiencias, el acceso libre a conocimientos comunes, y la conformación de un contexto en el cual realizadores, industria y público en general, se encuentren y compartan interactivamente, respondiendo a los medios audiovisuales e interactivos que identifican el interés de este encuentro», explica Enrique Rivera, director de la Bienal de Artes Mediales.
Bajo el concepto curatorial de AUTONOMÍA y a través de exhibiciones, convocatorias, conciertos visuales, talleres, charlas y experiencias creativas, la BAM pretende acercar al público a las tecnologías desde un enfoque artístico, cultural y educacional. Además de proponer una mirada reflexiva sobre el nexo entre creatividad e innovación, la bienal hace hincapié en la vinculación entre las metodologías actuales de investigación y producción cultural y el uso consciente de la energía, los límites de la privacidad en ambientes digitales y los nuevos modelos económicos de gestión vinculados a las economías creativas sustentables.
Con respecto a la industria audiovisual, el foco está en la puesta en valor de la evolución y apropiación cultural de diversos medios, como la TV digital, Internet, y soportes multimedia portátiles (celulares, tablets, otros), expandiendo los límites museográficos hacia contextos virtuales donde la comunidad en general se desenvuelve gracias al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación.
«Nos hemos propuesto extender lazos profesionalizantes con importantes instituciones culturales y científicas chilenas e internacionales, como el Museo Nacional de Bellas Artes -con quien estamos desarrollando un plan a largo plazo en diversos niveles, tanto formativos, expositivos y de conservación, diversas universidades e instituciones científicas como el European Southern Observatory, la Fundación Fungi, Más Ciencia para Chile, el centro de investigación y producción ZKM en Alemania, y el Festival Ars Electrónica con el Centro de investigación y producción Future Lab de Austria entre otros. Todo esto con el objetivo de acercar metodologías científicas a contextos culturales y viceversa», concluye Rivera.
SOBRE LA BIENAL DE ARTES MEDIALES
Tras el cierre del Festival Franco Chileno de Video Arte -un hito de los años 80 para la difusión y desarrollo de la disciplina en nuestro país-, y por voluntad de un grupo de artistas en 1993, se funda la Corporación Chilena de Video, con el objetivo de potenciar un contexto dedicado a la investigación y práctica del video arte experimental en Chile. Néstor Olhagaray Llanos, artista, profesor universitario, teórico e investigador en nuevos medios es el fundador de la Bienal de Video y Artes Mediales de Santiago que se realiza desde 1993.
La bienal se constituye desde entonces como un espacio sistemático que da cabida a nuevas expresiones de las artes audiovisuales contemporáneas, donde ya han participado alrededor de 3.000 artistas. El evento es una vitrina periódica sobre la producción nacional e internacional en esta área; fomenta el encuentro entre artistas del rubro, y se preocupa por abordar los desafíos teóricos de la relación cine, artes visuales, tecnología y creatividad.
Una de sus actividades emblemáticas desde su comienzo es el Concurso Juan Downey. Abierto actualmente al video y las artes digitales, es un homenaje permanente al artista chileno considerado uno de los pioneros del videoarte y las artes electrónicas en el mundo.