5 de mayo a 12 de junio – GAM
El Siglo de Oro español no solo heredó algunos de los más grandes textos dramáticos de la lengua, también fue un insólito laboratorio de creación y tecnología escénica.
Una muestra única, organizada por la Embajada de España, Antiqua Escena y GAM, y preparada por investigadores expertos del Antiguo Teatro Cervantes, recoge las piezas originales creadas para realizar efectos sonoros y lumínicos, además de reconstruir los «ingenios» escenográficos que se desarrollaron en toda Europa y que señalan los orígenes que marcaron a más de cuatro siglos de historia cultural en Occidente.
Máquinas para hacer tormentas, cientos de velas que proyectan luces asombrosas, hombres que vuelan por los escenarios gracias a complejos sistemas de relojería: las viejas maravillas del teatro barroco de toda Europa, concentrados en las antiguos escenarios que brillaron en España desde el Siglo de Oro, llegan en una exposición inédita que incluye verdaderas piezas de museo. Fruto de una investigación exhaustiva en los escenarios de la corte hispana, el Antiguo Teatro Cervantes –Corral de Comedias desde 1601– y el Teatro de Alcalá de Henares, ofrece al público un viaje alucinante al mundo que da origen a una de las más sólidas tradiciones culturales: realzar el poder de la palabra y la imaginación a través de efectos e ingenios de fantasía.
El florecimiento del teatro en Europa comienza en el Renacimiento, y se perfecciona en el Barroco, cuando las comedias que normalmente se presentaban al aire libre y con un escenario permanente en forma de retablo situacional, comenzaron a convivir con impresionantes espectáculos cortesanos que se daban en lugares cerrados, con escenografía ilusionista y luz artificial.
En los siglos XVII y XVIII, los magos encargados de estas maravillas fueron llamados ingenieros, pues a ingenios se dedicaban. Eran hombres integrales en artes y ciencias. La simbiosis humanista les facilitó el trabajo con dramaturgos, músicos y compositores. Las máquinas se sincronizaban con los intérpretes en el foso de orquesta y con los actores en el escenario. Producir una tormenta en el mar significaba descubrir una mutación de bastidores completa, poner a funcionar los rodillos de olas, arrastrar un barco que navega entre ellas, hacer girar la máquina de viento, mientras otra máquina producía los rugidos del mar embravecido; a su momento entraría la máquina del trueno; a su vez los encargados de las luces oscurecían el escenario casi al completo cubriendo las luminarias con cilindros y cuidando de que no se apagasen, pues en breve luciría de nuevo el sol.
Para iluminación se inventaron sofisticados candelabros que permitían movilidad y larga duración, así como evitar los peligros para el público y los actores, y lograr ambientes de magnificencia. La ingeniería, en tanto, logró poner en escena maravillas tales como las olas del mar o la aparición simultánea de siete personajes.
La Managrana del Misterio de Elche (una máquina para hacer nubes que proviene del medioevo) y el Mar de olas de Sabbattini (complejo conjunto de rodillos del siglo XVII inventado en Italia) son algunos de los ingenios que se han reconstruido para esta exposición, que incluye más de 40 artefactos, algunos originales y otros reconstruidos, la mayoría de ellos obra de Antigua Escena, el grupo de investigación y realización a cargo de la muestra.
Comisarios
Miguel Ángel Coso Marín
Juan Sanz Ballesteros
Idea y realización
Antiqua Escena
Organiza, auspicia y patrocina
Embajada de España
5 de mayo a 12 de junio de 2011
Teatro Barroco Español, por el curador Juan Sanz
Sala 1, edificio A, Centro Gabriela Mistral
Entrada liberada