Se exhibirá una parte de las obras del artista chileno-cubano Mario Carreño en el Museo Nacional de Bellas Artes y en el Espacio Suecia 26 de la Fundación Itaú del 9 de enero al 5 de abril.
La exposición Universo Carreño, en el MNBA, presentará, a través de cuarenta obras provenientes del Museo de Bellas Artes de La Habana, un recorrido por la vida del artista, desde 1940 a 1992. Aquella muestra fue curada por Juan Campos. En paralelo, la Fundación Itaú exhibirá una selección de dibujos de Mario Carreño.
Roberto Farriol, Director del Museo Nacional de Bellas Artes, considera que: «la obra de Mario Carreño instala una mirada que contribuye a la construcción simbólica de un arte latinoamericano, o dicho desde otra perspectiva, contribuye a una identidad comunitaria a nivel continental… Supo apreciar e integrar las distintas influencias de destacados artistas, poetas y escritores durante sus viajes por América y Europa. Como consecuencia de sus migraciones desde Cuba a México, España, Italia, Francia y Estados Unidos, su obra se enriqueció de humanismo, expresado con serenidad y equilibrio a lo largo de toda su vida».
La muestra Universo Carreño se estructura en torno a aquellos viajes. Su tránsito entre Nueva York y La Habana en la década de los 40 inspiró a Mario Carreño obras que reflejan su admiración por la pintura de la Escuela Italiana del Renacimiento. Su paso por Nueva York en los años 50, fue marcado por las influencias del Expresionismo Abstracto, de la Pintura Concreta, y del contacto con artistas como Piet Mondrian, Josef Albers y László Moholy-Nagy. A su regreso a Chile en los 60, se preocupó por representar los conflictos sociales y políticos. En cuanto a las obras de los 70 y 80, fueron marcadas por la geografía y el imaginario chileno.
Carreño nace en La Habana, Cuba, en 1913 y se acerca desde muy joven al círculo intelectual y artístico cubano. Viaja a España donde conoce al poeta chileno Pablo Neruda, que tendrá gran influencia en su vida y obra. Continúa en México donde es influenciado directamente por el Muralismo de Rivera, Siqueiros y Orozco. Luego viaja a París, durante la época de Picasso, y a Nueva York, en pleno apogeo de la abstracción, para radicarse finalmente en Chile en 1957. En nuestro país funda la Escuela de Arte de la Universidad Católica (1959), junto a Nemesio Antúnez, entre otros artistas y arquitectos. Obtiene la ciudadanía chilena en 1969 y el Premio Nacional de Arte en 1982. Fallece en Santiago de Chile el año 1999.
Podrán ir a ver las obras de Mario Carreño en la sala Matta del Museo Nacional de Bellas Artes y en Espacio Suecia 26 de la Fundación Itaú del 9 de enero al 5 de abril.