Un río lento
The Blue Nile
Bandas de existencia efímera y que sólo llegan a editar 4 o 5 discos, todos buenos, que nunca dejarás de escuchar y que ruegas para que no lleguen a reunirse y sacar una mierda de disco sólo por cumplir… se me vienen a la memoria casos emblemáticos como The Smiths o The Velvet Underground. Banda que quizás yo no tenía cómo conocer, pero sin embargo todos los caminos y conexiones algún día me llevarían a ella. Sólo hizo 4 discos en 20 años, les presento a The Blue Nile.
No quisieron seguir el patrón de cualquier banda ochentera promedio: promoción, fama, MTV, éxitos, decadencia posterior y giras nostálgicas; The Blue Nile se tomó, literalmente, todo el tiempo del mundo para crear cuatro discos preciosos (editados en los años 1984, 1989, 1996 y 2004) donde no se encuentra ningún desperdicio… tras explorar todo el material en dos semanas me quedé preguntando como niño después de que le entregan los regalos de cumpleaños: ¿y no hay más?
Formados en Glasgow, Escocia, a comienzos de los ochentas e integrados por Paul Buchanan (vocalista y compositor), Robert Bell y Paul Joseph Moore; cuenta la historia que su primer disco (A walk across the roofstops) fue financiado por la empresa de audio y tornamesas Linn Products; quienes buscaban una banda con la cual probar sus nuevos equipos. El resultado es un sonido y una estética que se mantendrían inalterables y atemporales a lo largo de su carrera: máquinas de ritmo, texturas de sintetizadores, sutiles arreglos de cuerdas y sobrias líneas de bajo, acompañando la melancólica y soulful voz de Buchanan.
Letras sencillas y directas, de verdad directas más allá del cliché, como seleccionadas de lo mejor de cada casa; repletas de imágenes de ciudades de noche, viajes en tren, neones reflejando en la calle, paseos de madrugada regresando a casa, melancolía, romanticismo, desamor, el perdedor y todas sus variantes. De la pluma de Paul Buchanan puedo mencionar pequeños fragmentos que me han llegado como «Do I love you? Yes I love you / But it’s easy come, and it’s easy go…» («Tinseltown in the rain», 1984); «I love an ordinary girl / She’ll make the world alright / She’ll love me and I know…» («Saturday night», 1989); «Soon, come on soon, chanson moon soon, come on soon…» («Soon», 1996); y como a todos nos gusta alguna vez sentirnos mal y miserables, una de las canciones más tristes que he escuchado alguna vez, «Because of Toledo» (2004) «There’s a boy, orders coffee / And he settles down to think / How the women that you love sometimes / Are the water that you drink / Then another faded waitress dressed in pink…».
Hablando de la música, estructuras sorprendentes de canción como «Sentimental man» (1996) que tras dos frases de la estrofa pasa rápidamente al coro y no lo abandona más hasta el final, una forma casi mántrica de componer que siempre me ha llamado la atención. Es que pasa eso con la música de The Blue Nile, las canciones van ocurriendo sin darnos cuenta, se van desarrollando mínimamente con la calma de un río lento, textura sobre textura, aquí no hay apuro de los 3 minutos, no hay apuro por llegar al coro. Hay pocos singles digeribles rápidamente, pese a que tuvieron cierta rotación en los años ochentas suficiente como para formar una legión de fans religiosos y llegar a colaborar con prestigiosos artistas como Annie Lennox, Peter Gabriel y Rickie Lee Jones.
Escribo con total fascinación pues se trata de un descubrimiento reciente que no entiendo, y lamento a ratos, que no hubiese ocurrido antes. Hace casi un año recibí por dropbox un montón de discos en mp3 de variados artistas por parte de un generoso personaje de Twitter. La segunda carpeta que exploré por azar fue High, el último disco publicado por esta banda, y fue amor a primer oído.
Hablando como músico —después de auditor—, me encantaría haber sido influído por The Blue Nile! Se supone que en estas columnas hablaré de artistas que me han marcado en mi formación, pero en este caso no fue así, más bien encontré empatía y esa sensación de conocernos desde siempre en un camino ya transitado.
Me quedo pensando en que a pesar de su atemporalidad, ojalá el revival de los ochentas que se vive en la música de estos días tuviese un poquito de la elegancia de The Blue Nile… si no, hasta cuándo dura?
Se le dice música orientada para adultos, o adult alternative, según Wikipedia. Bienvenida la adultez.El Guillatún