Y las mariposas llegarán a su destino
El hombre que daba de beber a las mariposas es la segunda parte de la trilogía de la compañía chilena Teatrocinema, en su coproducción con la Fundación Teatro a Mil. Con un lenguaje muy particular que fusiona las técnicas de las artes escénicas con la forma narrativa del cine, esta trilogía viene a revolucionar la manera en la que el espectador se involucra con el teatro.
La obra se estrenó mundialmente el 25 de junio de 2010 en el Teatro San Ferdinando de Nápoles, en Italia. Se presentó durante tres días, en los cuales la crítica italiana la aclamó en su innovación técnica y temática. Pocas semanas después, El hombre que daba de beber a las mariposas llegó a Chile a presentarse en Matucana 100 durante casi un mes, con un éxito rotundo. Y ahora, en el marco de los 70 años del Teatro UC, la obra dirigida, escrita y actuada por Juan Carlos Zagal vuelve a deleitar a los espectadores.
La primera parte de la trilogía, Sin sangre, fue presentada durante el mes de abril en el Teatro UC tratando temas como el dolor, la violencia, el abandono y la compasión. Ahora es el turno de El hombre que daba de beber a las mariposas que se exhibirá hasta el 25 de mayo, de miércoles a sábado a las 20:00 horas, y que introduce el tema de la esperanza y la búsqueda de los vestigios del amor para encontrar la plenitud vital. El cierre se da con Historia de amor que será estrenada el 7 de junio próximo en una temporada que durará hasta el 11 de agosto de este año, en el Teatro de la Universidad Católica.
Filippo corre con todas sus fuerzas, en los últimos momentos de su vida, para cumplir con el rito ancestral de un pueblo antiguo y que su difunta esposa compartía con él: darle de beber el néctar de las flores a las mariposas que acaban de salir de sus crisálidas para orientarlas en el inicio de sus vidas hacia la migración natural de su especie. Este oficio contiene un sentido mágico, pues el elegido puede ver la vida en el ala de las mariposas y puede recorrer el universo en búsqueda de quienes necesitan encontrarse a sí mismos y quienes necesiten encontrar los vestigios del amor. En ese camino, Filippo encuentra a Juan, un director de cine que tiene un pesar amoroso pues su verdadero amor está en coma cerebral hace casi una década. A ambos personajes los une la búsqueda del reencuentro con sus amores: Filippo desde el plano trascendental de la muerte y Juan desde la realización de su deseo mediante la creación de su película.
Los personajes transitan por diferentes escenarios que van mostrando la libertad de creencia, de creación y de imaginación. El amor se trata desde un plano épico con dos personajes que representan a los actores de la película de Juan. El caballero y su dama tienen que superar obstáculos de luces y sombras que van moldeando el cimiento del amor, y la trascendencia de eso se da con la magia que las mariposas representan en la obra. Una temática que se trata desde distintos planos mediante el lenguaje innovador de Teatrocinema: los actores se sitúan entre dos pantallas que generan ambientación visual en movimiento y que componen mundos paralelos en animaciones 2D y 3D, mezclado con la presencia de los personajes y de utilería. La poética de la imagen es la que va dando forma a las historias paralelas que se cohesionan en la temática principal de la obra. Además, la estética de los actores genera una mayor fantasía en la expresión, pues llevan máscaras que acentúan sus rasgos y vestimentas que definen exageradamente su condición de actores.
Con este estilo y narrativa dramática, Teatrocinema nos hace entrar en una historia que se define por el acceso del espectador hacia la mente de los personajes mediante el nuevo lenguaje dramático que impone la compañía. El amor y su poder se definen mediante la metáfora del oficio que Filippo tiene con las mariposas: es tan esencial y efímero como la vida misma.El Guillatún