«Efectos Colaterales»: La vida bajo receta
Si es que la tristeza no existiera, ¿cómo sabríamos que somos felices? Es la frase que se me viene a la cabeza luego de haber visto Efectos colaterales de Steven Soderbergh, quién es reconocido por la trilogía La gran estafa y también por Traffic, pero sin desmerecer estas películas, es su última realización la que más interés y aprobación me ha traído, porque se sale del historial de este realizador y lo muestra en una faceta nueva y sumamente atractiva.
Al recordar algunos de los momentos de la cinta, voy encontrando secuencias que son geniales y muy bien pensadas, todo el relato está contado en una suerte de ocultamiento y descubrimiento, que deja al espectador en una posición inocente porque lo engaña constantemente dando una información que después va a tomar cauces fuera de los elementos que se tienen a disposición. Es interesante el juego con el espectador y también cómo la información va saliendo a la luz con un ritmo que da para imaginar miles de tramas al mismo tiempo. Sólo con ayuda de las vueltas que se dan en la historia desde distintos puntos de vista, uno logra entender la situación. Esto hace del relato un rompecabezas que constantemente se desarma y se vuelve a armar hasta que las piezas encajan bien entre sí.
En suma y sigue, es un thriller enfocado en el crimen, el sexo, la traición y en el drama duro, que deja al espectador intrigado hasta el final, donde la sorpresa es el giro que finalmente encadena todos los hechos anteriores, resultando una historia redonda sin información al azar. Por el mismo lado, hay que rescatar el tema de la película, el cual es una fuerte crítica a la industria farmacéutica y al sistema económico que mueve capitales. Al final todos los hechos se mueven a través del dinero, las acciones, hasta los más desafortunados, lo que deja en jaque la ética de los negocios y el límite del dinero en las vidas cotidianas.
La fotografía por otro lado, es algo que complementa directamente al relato, siendo una opción estética que enriquece, juega con las emociones y acciones de los personajes. En el mismo sentido, la paleta de colores es sumamente vinculante con el tema tratado, siendo una luz fría que da la sensación de estar en un hospital, lo que profundiza el estado de una de las protagonistas que nos hace creer fielmente en su enfermedad psicológica. Esta opción tiene el claro objetivo de introducir al espectador en un mundo que se supone establecido pero que finalmente está plagado de mentiras.
Las actuaciones de Rooney Mara y Catherine Zeta-Jones brindan a la película personajes con múltiples facetas que encarnan la doble vida a partir de las expectativas, el interés y la pasión. La interpretación de Rooney Mara sobre todo es impecable, creíble y cargada de realismo, lo que genera una conexión con el espectador. En contraste, la participación de Jude Law en el film al principio choca por el preconcepto que se tiene de él en otros films y la caricaturización que tiene como prototipo de galán, pero que luego de un rato, y con la transformación que tiene su personaje, cambia, ya que vemos una faceta más débil y expuesta de su papel que lo termina acercando a la audiencia gracias a la humanización de su carácter. Y por último la interpretación de Channing Tatum, que a pesar de ser breve es fundamental para contextualizar el momento en el que se encuentran los personajes en sentido temporal y emocional.
Efectos colaterales es una película con muchas cosas a favor y pocas en contra. Quizás la única sea que el final a veces se torna muy detallado, tratando de abarcar tanto, que termina diluyendo la intensidad dramática que sí había estado presente en todo el desarrollo. A pesar de ser un punto pequeño pero no menos importante quizás es lo que estropea la película, por ser el final, pero el resto hace de la cinta un evento recomendable para ir al cine y estar sentado el tiempo necesario para tratar de encontrar la respuesta de la intrincada e interesante historia que se nos presenta de forma muy atractiva, con planos bien compuestos e interpretaciones absorbentes que dejarán un buen sabor luego de acabada la función.El Guillatún