¿Cómo puedo ayudarlo a ayudarlos?
«Anomalisa» de Charlie Kaufman y Duke Johnson
¿Cómo puedo ayudarlo a ayudarlos? Es el título del libro sobre servicio al cliente que promociona el consolidado autor y protagonista de Anomalisa (2015) Michael Stone (David Thewlis). El escritor viaja a Cincinnati y tras una serie de estandarizados movimientos propios de todo viaje se instala en el Hotel Fregoli, y es en este lugar donde transcurre su hastío, soledad y delirio. Se trata de la segunda entrega como director de Charlie Kaufman —luego de Synecdoche, New York (2008)— acompañado esta vez por Duke Johnson, debutando en la animación stop motion con un resultado magistral.
Stone es un hombre de mediana edad que padece un aburrimiento existencial muy grave. La letanía de los primeros minutos del film determinados por su itinerario, dan cuenta del desamparo en el que se encuentra. Conversa de malas ganas con el taxista en un dialogo tan inconexo como cotidiano y se muestra profundamente desinteresado en conocer un poco más de la ciudad a la que acaba de llegar, sin embargo lee con especial interés una carta escrita por un antiguo amor. En su tedio llama a esta mujer y luego de un desafortunado y algo agresivo encuentro, vuelve a experimentar aquella horrible desazón, hasta que en el pasillo del hotel escucha la voz de Lisa (Jennifer Jason Leigh).
Es en este momento donde uno de los principales elementos narrativos y de estilo de la película juega un rol fundamental: Michael oye a todas las personas con la misma voz (Tom Noonan) hasta ese momento, no hay tonalidades ni personalidades distintas, el tedio ha hecho que no sea capaz de distinguir los matices entre las personas, niños, mujeres, meseros, o antiguos amores, son para él everyone else, bien pudiendo ser un conjunto sin sentido representado en una misma voz, masculina y despersonalizada. Es por esto que el descubrimiento de la existencia de Lisa y su única voz genera un cambio en su periplo trágico e intenta dejarlo todo por ella, ocurriendo finalmente algo inesperado para el personaje pero tal vez, más claro desde el punto de vista del espectador.
En general la animación es un género complejo de analizar, especialmente si se trata de temáticas adultas o de un drama como es Anomalisa. A pesar de esto, la manera en que se estructura hace innecesario abordar su profundidad meramente desde la forma. Sin duda la técnica es impecable, la utilización de los muñecos y lo relativo a los planos, paisajes, ambientación e iluminación resulta realista y carece de atavíos innecesarios. Por otro lado, la interpretación vocal de David Thewlis, Jennifer Jason Leigh y Tom Noonan es llevada a cabo de manera brillante, logrando representar las personalidades y problemáticas de los personajes en un tratamiento de la voz espléndido, muy bien ejecutado, montado y editado.
Charlie Kaufman está también a cargo del guion, inicialmente concebido como una obra de teatro hacia el año 2005, ha recorrido un largo camino para convertirse en una producción de 90 minutos en este formato. Responsable de los guiones de El eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004) —ganador del Óscar a Mejor Guion Original—, Being John Malkovich (1999) y Human Nature (2001) entre otros, el trabajo del realizador es en esta ocasión igualmente sobresaliente. Usualmente asociado con directores como Michel Gondry y Spike Jonze, deja su marca desde la escritura en las producciones en las que se involucra y en este caso, asumiendo labores como director, aquella estampa es bastante fuerte.
De seguro mucho se especula sobre las temáticas que aborda Anomalisa, debido justamente a la calidad de la pluma de Kaufman que no intenta respuestas o motivaciones unidimensionales para lo que presenta. Esto implica que la mirada del espectador puede situarse en muchas de las situaciones exploradas: en la problemática existencialista del protagonista, en el relato de Lisa, en la incapacidad de comunicarse, o simplemente en la complejidad de la vida moderna y de las relaciones interpersonales.
Actualmente se encuentra en cartelera en algunos ciclos relacionados con la 88ª entrega de los Premios Óscar, versión en la cual ocupó un lugar privilegiado entre las nominadas a Mejor Película Animada, y también en otras premiaciones durante la temporada. Se trata de una candidata muy bien posicionada entre sus competidoras al premio, y aunque la tendencia actual —y sostenida en años anteriores— se encargó de inclinar la balanza hacia películas de animación infantil de corte masivo, resulta importante la presencia y reconocimiento de producciones de este tipo, tanto por la amplia libertad que tienen en el tratamiento de las temáticas, y además en la innegable riqueza técnica e interpretativa que brindan.
Por el contrario de lo que podría suponerse, no se trata de una película de nicho que solamente puede resultar interesante para conocedores del cine de animación o de la trayectoria de su director, esto último debido a que las interrogantes e interpretaciones de Anomalisa alcanzan un carácter universal. «¿Cómo puedo ayudarlo a ayudarlos?» puede ser la más representativa de estas interrogantes, y nos muestra por medio de muñecos hechos en impresoras 3D lo compleja que puede llegar a ser la humanidad, y lo engañoso que suele ser la búsqueda de aquello que llamamos plenitud. No es en vano que el mismo Michael Stone en un momento se cuestiona con gran desesperación: «¿Qué es ser humano? ¿Qué significa estar vivo?». Ciertamente son preguntas elementales, pero que no deben darse por sabidas.El Guillatún