Historia del Jazz en Chile: haciendo justicia
Septiembre nos sugiere pensar un momento en nuestra identidad. Por mucho que debamos escuchar La consentida y El Guatón Loyola en estas fechas, bien sabemos que el abanico de estilos musicales que conviven en —y también disputan— nuestro territorio es inmensamente más grande. Recuerdo con humor un concierto «dieciochero» hace varios años donde, para finalizar, uno de los integrantes de Inti-Illimani anunciaba algo como «y ahora el baile nacional: la cumbia». Teniendo esto en mente, es atingente revisar un libro que hace un aporte sustancial a nuestra memoria musical. A poco más de diez años de su primera edición, destaca éste por ser el primero en estar dedicado completamente al jazz en nuestro país: se trata de Historia del Jazz en Chile, del musicólogo de la Universidad de Chile y académico del Instituto Profesional Escuela Moderna de Música y Danza Álvaro Menanteau.
El autor nos explica en su texto, publicado por primera vez el año 2003, algunas de sus motivaciones para emprender esta investigación. Por un lado, hasta ese momento existían escazas fuentes escritas dedicadas al estudio profundo del jazz en nuestro país. Por el otro, Menanteau identificó un gran desconocimiento de parte de los jazzistas jóvenes sobre el pasado local de esta música. El musicólogo comenzó entonces a realizar una serie de entrevistas el año ’92 que le permitirían juntar las piezas de esta historia recurriendo a sus protagonistas. Estos últimos son en sus palabras músicos profesionales, aficionados, y «activistas del jazz». La lista de entrevistados incluye nombres notables asociados al jazz chileno como Marcos Aldana, Carmelo Bustos, Pepe Hosiasson, Pablo y Roberto Lecaros, y Guillermo Rifo entre muchos otros.
Ante la carencia de textos que recopilaran la mayoría de los sucesos y nombres importantes de nuestra historia jazzística, Menanteau decidió aplazar un estudio crítico de la misma en favor de un libro dedicado principalmente a entregar datos relevantes. No sería hasta el año 2009 que el musicólogo entregaría su tesis doctoral Modernidad, posmodernidad e identidad del jazz en Chile: el caso de la generación de 1990 y Ángel Parra (a la cual se puede acceder desde la página web del programa radial Puro Jazz). El libro muestra la evolución de esta música dividida en tres grandes partes, teniendo un capítulo para cada una. La primera etapa consta de un jazz local popular, masivo y bailable. A ésta le sigue una etapa donde el jazz se cultivó en clubes y festivales —entre otros espacios— por una élite, la cual buscó un jazz «despojado de sus connotaciones comerciales». En el tercer y último capítulo, Menanteau caracteriza la «fusión criolla» como el logro de la autonomía del jazz chileno respecto de la matriz norteamericana. En cada capítulo se da cuenta de un torrente de nombres, lugares y grupos relevantes para la escena musical local.
Historia del Jazz en Chile está lleno de un buen número de imágenes y trae un CD con una selección de grabaciones de composiciones chilenas como Cueca del Cerro de Guillermo Rifo, e interpretaciones de temas extranjeros por bandas nacionales como Stolen Moments de Oliver Nelson en versión de Los Greco’s. Tanto imágenes como grabaciones fueron facilitadas al investigador por los propios entrevistados, permitiendo al lector tener en un solo lugar una gran cantidad de material al cual no podría tener acceso de manera más ordenada de otro modo. Estos elementos aplacan un relato que por su enfoque puede tender a ser un poco denso a pesar de tener un lenguaje de fácil lectura. Contiene además en su segunda —y más reciente— edición un índice de nombres, con el objetivo de convertirlo en un texto de consulta.
Álvaro Menanteau le hace justicia al jazz nacional con su Historia del Jazz en Chile a través de su extensa investigación de esta música. Complementa a la rigurosidad musicológica del autor la pasión por un arte del cual él ha sido también cultor. Repleto de imágenes y excelentemente acompañado por su CD, Historia del Jazz en Chile se presenta como un texto muy atractivo para cualquier fanático del llamado ritmo sincopado en nuestro país. El autor nos deja expectantes al revelar que ya está pensando en una tercera edición del libro. Tras leerlo sólo podemos quedar a la espera de saber qué es lo que el nuevo siglo, con toda su revolución tecnológica, explosión de festivales, y proliferación de academias musicales, depara para el jazz en Chile.El Guillaún