Salón de Té-atro, inspiradora iniciativa artística cultural en Iquique
Jóvenes activan el arte en la Iª región
El Salón de Té-atro se instaló en pleno centro de Iquique hace un año, y a partir de esa fecha, se ha transformado en una de las entretenciones más apreciadas para las y los iquiqueños interesados en deleitarse con gastronomía y artes. En una acogedora sala —que dispone de un escenario y algunas mesas a la luz de las velas— el conjunto Akana Teatro presenta cada temporada sus trabajos, todas obras de autoría propia. En el mismo lugar también se imparten talleres artísticos para niños y adultos, consagrando al Salón como un verdadero centro cultural de la capital regional de Tarapacá.
Akana es una palabra en aymará que significa «aquí, en este lugar», concepto que representa la cercanía al mundo andino que se vive en la primera región del país; así como también el contenido de los trabajos teatrales que la compañía Akana Teatro realiza: «Nos sentimos comunicados con esta tierra, siempre intentamos identificar a nuestro público con relatos relacionados al norte», cuenta Andrea Pizarro, directora, actriz, dramaturga y creadora —junto a Eduardo González— del concepto Akana Kreaciones.
Andrea y Eduardo son pareja. Cuando ella llegó a Iquique, después de estudiar teatro en Santiago, fusionaron sus sueños y entusiasmos, para llevar a cabo un nuevo concepto de teatro: «La idea surge de la intención de romper con la lógica del actor que trabaja para un proyecto específico, y después se desliga completamente del grupo —cuenta Andrea—, por eso creamos primero una compañía de teatro comprometida, siempre con la intención de encontrar un espacio donde poder generar nuestros proyectos a futuro», agrega.
Y lo lograron. Akana Teatro se originó en 2008 y el Salón de Té-atro se inauguró en septiembre de 2010, consiguiendo una rápida propagación de sus actividades en diferentes medios locales y también una amplia acogida por el «boca a boca» de la comunidad.
En este sentido, el proyecto ha sido un éxito: «Actualmente no necesitamos hacer mayor difusión, ya somos conocidos —comenta Eduardo, quien, además de ser parte del elenco de Akana Teatro es el gestor cultural de la agrupación—. Al comienzo todo era harta pega, harta propaganda, pero hoy estamos impresionados porque las cosas se nos van dando solas», asegura. Y es cierto. Este año, la compañía ha sido llamada a participar en diferentes festivales fuera de su Salón y cada presentación que realizan «en casa», cuenta con una gran cantidad de público.
Es importante destacar que la iniciativa fue autogestionada por Andrea y Eduardo, mediante inversión y fondos: «Yo soy de la idea de que, cuando uno quiere hacer las cosas, puede hacerlas. No hay que quedarse esperando a ganar proyectos, ni que te den todo en bandeja», afirma Andrea. En el fondo, ambos se la jugaron, buscaron distintos apoyos económicos y emprendieron su propuesta sin miedos ni perezas.
TEATRO PARA TODOS
Akana Teatro está compuesto por cinco actores, con distintas experiencias en áreas como actuación, música y diseño audiovisual. Desde el 2009 hasta la fecha, el grupo ha llevado a escena seis montajes: 2 años y 1 día… Juntos, Limitada Compañía, Gente Tóxica, El Rey Enchulado y La Nona en su propio Salón de Té-atro; más la obra Victoria, un testimonio pampino, que fue montado en el Edificio Municipal de la Ex-Aduana de Iquique.
De su trabajo destaca la calidad actoral, la colorida puesta en escena —generalmente acompañada de proyecciones audiovisuales y música en vivo— y el humor que hace sus obras muy atractivas para público de todo tipo de edad.
«Lo que hacemos no es humor fácil, de garabato, de doble sentido (aunque a veces jugamos con eso también)… Entonces, nos hemos dado cuenta, con el tiempo, que estamos llegando a toda la familia. En el Salón de Té-atro hacemos obras nocturnas, para adultos; y en la tarde, para niños. Sin embargo, últimamente la familia está viniendo tanto en la noche como en la tarde. Esto se está dando por la dirección que le hemos dado a la compañía», reflexiona Eduardo.
Por su parte, Andrea opina que: «Nosotros no creemos que el teatro se divida en categorías. No hay teatro para adultos, para niños ni para ancianos… el teatro es para todos, es un lenguaje universal. Si tú haces teatro de calidad, desde un niño a un anciano se va a entretener y lo va a entender».
Además, Andrea y Eduardo coinciden en que, si bien Akana realiza teatro centrado en el humor, el público no va a quedarse con una historia vacía, todo lo contrario: siempre se va a retirar de la obra con un mensaje, con una reflexión sobre la vida, la historia o la contingencia.
«QUE LA GENTE SALGA DE SUS CASAS»
El reconocimiento, por parte de la comunidad, es esencial para los creadores de Akana Kreaciones. No sólo por sentirse parte, sino también por sus objetivos como artistas. Para Andrea, «lo primero y lo más importante es que la gente salga de sus casas, se reúna, lo pase bien y cambie su rutina diaria (…) Es también importante que se entienda que las artes no son para hippies o para intelectuales. El arte te conecta con tu ciudad, con tu alma, con tu gente… eso es lo que buscamos», dice.
Así, una de las formas que estos actores y profesionales han encontrado para interactuar más directamente con su público es la realización de talleres artísticos para niños y adultos. Éstos van desde clases de guitarra, canto, flamenco, cueca; hasta, por supuesto, teatro para niños y grandes. Las clases son dadas por profesores especialistas en cada área.
Los talleres han sido clave para lograr conectarse con la comunidad y sembrar algunas semillas: «Por ejemplo, del taller de teatro, todos quieren estudiar actuación. Es un peso igual, porque los papás están a la defensiva en cuanto a una carrera artística, ya que piensan que uno no puede vivir de esto. Sin embargo, yo soy el fiel reflejo de que no es así, que si tú eres bueno, tienes que dedicarte a lo que te gusta», cuenta Andrea.
Este año los talleres estuvieron completos —con aproximadamente 90 inscritos— y esperan que en verano, las matrículas aumenten aún más. Si bien los cursos son pagados como forma de autogestionar su trabajo (alrededor de 20 mil pesos al mes), algunos niños han recibido becas cuando «vemos que hay pequeños muy talentosos que no tienen recursos», dice Eduardo.
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
El canto del Alicanto, una mitología andina, es la próxima obra a estrenarse, la cual fue acreedora del Fondart el año pasado. «La presentaremos en algunos colegios de Iquique y luego la tendremos en el Salón», cuenta Eduardo.
Además, este verano, el Salón de Té-atro re-estrenará La nona, Gente Tóxica y presentará un musical que, sin duda, «contará con mucha magia», como indicó Andrea.El Guillatún