El Hombre que confundió a su mujer con un sombrero

Desde el 13 y hasta el 28 de noviembre se presentará gratuitamente «El Hombre que confundió a su mujer con un sombrero» en el teatro ARCIS, ubicado en Erasmo Escala 2728.

Este montaje es la adaptación teatral de Peter Brook y Marie-Hélène Estienne del libro homónimo de Oliver Sacks, y en esta oportunidad estará bajo la dirección de María Elena Ortega.

Si decimos que un hombre confundió a su mujer con un sombrero rápidamente pensamos que está loco o que es el título de una obra del teatro del absurdo, pero no, la realidad es más grande que la ficción. Estamos hablando del misterio de la mente humana. Son extraños relatos extraídos del libro del «neurólogo romántico» Oliver Sakcs, «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero» y su versión teatral fue realizada por Peter Brook y Marie Heléne Estienne.

Ahora en una nueva adaptación de María Elena Ortega, es el texto seleccionado para el egreso de los estudiantes de cuarto año, sección A de la Escuela de Teatro de la Universidad ARCIS. El espacio: un hospital, donde doctores y enfermeros atienden a pacientes que llegan en busca de soluciones a sus diversas patologías: pensamiento y lenguaje, lenguaje y memoria, memoria y olvido.

Actores que se convierten en doctores y/o pacientes elevando a estos últimos a la categoría de «héroes cotidianos». Ese es el reto, situarse desde la persona que enfrenta su enfermedad y lucha por sobrevivir a ella (actor-paciente). A través de la investigación y comprensión de la realidad de estos pacientes los actores construyeron, improvisaron, asumieron y transmutaron en estos personajes.

La sociedad contemporánea está en crisis comunicacional como estos pacientes y profesionales… la palabra, el logos ya no significa nada. Son consignas huecas, vacías, desprovistas de verdadera humanidad e individualidad. No hay diálogo entre los presuntos seres racionales, entre actores y espectadores, entre pacientes y su entorno, entre los seres humanos y la sociedad.

«Ninguno de nosotros tenemos idea de que hayamos perdido cosa alguna y para colmo ni siquiera tener conciencia de quien sabe lo que pasa y quien no ¿Qué es más trágico o quién está más condenado, el que lo sabe o el que no lo sabe?»