Máximo Corvalán-Pincheira expone «Proyecto invernadero» en el Centro Cultural Coyhaique

Dentro del proyecto Islaysén, que conecta a reconocidos artistas nacionales con la vida rural de la Patagonia, Máximo Corvalán-Pincheira expone en el Centro Cultural Coyhaique «Proyecto Invernadero», una reflexión sobre la tradición de los invernaderos en la zona como metáfora de sobrevivencia, aislamiento e identidad.

Luego de la investigación in situ, el artista construyó pequeños invernaderos-balsas que han circulado por canales de Aysén, exhibiendo hasta el 23 de diciembre fotografías, dibujos, videos y algunos de los objetos fabricados.

Islaysén es un proyecto de arte contemporáneo apoyado por Fondart Nacional que conecta a tres exponentes relevantes de la escena chilena actual, Catalina Bauer, Sebastián Preece y Máximo Corvalán-Pincheira, con la vida rural de una zona de gran aislamiento en el territorio nacional, al interior de la Región de Aysén.

En una primera etapa, implicó trabajos en residencia donde cada artista convivió por unos días con campesinos en pequeñas localidades de la comuna de Río Ibáñez, como El Claro de Puerto Ibáñez y los alrededores de Cerro Castillo y Bahía Murta. De septiembre a diciembre, tres exposiciones han llevado hasta el Centro Cultural Coyhaique los resultados del trabajo in situ y del desarrollo de obra. Se trata de propuestas que se cruzan con tendencias de arte en residencia, que resignifican el trabajo con el paisaje y la cultura campesina de la Patagonia, a través de intervenciones, procesos objetuales y material de archivo.

En un encuentro abierto al público, el 17 de diciembre en el Museo de Arte Contemporáneo sede Quinta Normal de Santiago los artistas presentarán el proyecto y una publicación de distribución local e internacional con el registro del proceso.

Durante las residencias, cada artista centró su atención en una experiencia particular, poniéndola en tensión con estrategias de la propia obra. A partir del trabajo con telares y lana, Catalina Bauer intervino fotografías y realizó una video-performance donde reproduce los movimientos de procesos como el lavado, secado, teñido e hilado. Sebastián Preece recolectó objetos encontrados en puestos de arrieros, elaborando una obra con madera que repite los sistemas empleados para refugios encontrados en el campo. Mientras que Máximo Corvalán-Pincheira se interesó en las formas constructivas de invernaderos y sembrados en espacios artificiales, exhibiendo –entre otras obras– el registro del recorrido de pequeños invernaderos-balsas que situó en lugares emblemáticos del paisaje.

A cargo de Catalina Correa (Licenciada en Arte y Diplomada en Administración Cultural UC), Islaysén es un trabajo de interés para regiones desde procesos de autogestión y acciones en el contexto, que activan nuevos lugares de práctica artística.

PROYECTO INVERNADERO

Del 13 de noviembre al 23 de diciembre, la exposición de Máximo Corvalán-Pincheira en el Centro Cultural Coyhaique muestra el proceso reflexivo de un proyecto focalizado en la tradición de los invernaderos en la zona como metáfora de sobrevivencia, aislamiento e identidad.

El trabajo comenzó con la investigación in situ, junto a huerteras de la zona, y continuó con la construcción de dos pequeños invernaderos-balsa de 120 por 80 por 60 centímetros aproximadamente, que han sido puestos a la deriva por ríos y canales de localidades que rodean el Lago General Carrera: Cerro Castillo, Puerto Ingeniero Ibáñez, Caida de Agua el Salto, Puerto Sánchez y Bahía Murta. Los invernaderos portan en su interior diversas plantas compradas en invernaderos de la región, en su mayoría hortalizas, dispuestas a integrarse al ecosistema, a ser recogidas por algún habitante o simplemente para morir en el recorrido.

La muestra integra el registro fotográfico de estas acciones, videos, una instalación con los invernaderos-objeto y dibujos realizados sobre planos turísticos, con lápiz pasta y acrílico.

«Proyecto Invernadero se focaliza en las lecturas del invernadero como objeto constructivo, como metáfora social, como ecosistema artificial o diorama, que permite señalar la situación precaria y desaparecida de la cultura nómade de Los Tehuelches y en ese mismo sentido la dificultad de sobrevivencia en un lugar tan extremo, aislado geográficamente, en especial por las políticas centralistas del país, por lo que en los últimos años se han levantado movimientos sociales haciendo visible los problemas de aislamiento de la región», dice Corvalán-Pincheira.