«Vanitas»: Joel-Peter Witkin en Chile
31 de julio a 22 de septiembre – Museo Nacional de Bellas Artes
Joel-Peter Witkin, uno de los principales exponentes del arte fotográfico mundial del siglo XX y XXI, llega por primera vez a Chile con la exposición Vanitas, que se exhibirá en el Museo Nacional de Bellas Artes a partir del 31 de julio.
La muestra está compuesta por treinta fotografías del norteamericano, que datan de 1982 a 2011, las que serán contextualizadas con obras bibliográficas de la Biblioteca Nacional y el Museo Histórico Nacional, además de fotografías científicas de desnudos y mortuoria, pertenecientes a las colecciones del Museo de Medicina de la Universidad de Chile, del Museo Histórico Nacional y a colecciones privadas.
En el marco de la exposición el artista dictará dos charlas dirigidas a público general; el lunes 29 de julio en el Teatro del Parque Cultural de Valparaíso (11:00 horas), y el miércoles 31 del mismo mes en la Sala América de la Biblioteca Nacional (19:00 horas).
Seres deformes, cadáveres disecados, fetos, transexuales, hermafroditas y enanos son los modelos que el fotógrafo norteamericano Joel-Peter Witkin suele retratar en sus obras. Estos seres que el artista transforma y descontextualiza de su realidad común, son enfrentados al público como verdaderos antihéroes olvidados por la sociedad.
«Desviando a estos personajes de su incapacidad cotidiana, Witkin les atribuye una utilidad estética, que no modifica necesariamente las condiciones objetivas de su existencia, sino que los establece en libertad frente a cualquier condicionamiento social. Al ser presentados como obra de arte por medio de una técnica propia, son separados de su marginalidad y embellecidos mediante la composición y la atmósfera», comenta Carla Franceschini, curadora de fotografía del Museo Histórico Nacional y de esta muestra en particular.
Aunque a simple vista parecieran ajenas a los cánones establecidos, las fotografías de Witkin, sus temas y técnicas, responden a indagaciones realizadas por el artista sobre los cambios de sensibilidad estética en el paso del siglo XIX al XX, los cánones de belleza tradicional en la representación de la figura humana, el retrato, la naturaleza muerta y escenografías de interiores que han sido documentadas en diversas publicaciones a través de los siglos.
Las rigurosas composiciones de Witkin, son complementadas por elaboradas técnicas fotográficas y el uso constante de una controversial temática que explora la expresión artística de lo bello dentro de la permanente fascinación y repulsión del hombre por lo tenebroso y ominoso, la sacralidad de la vida y la muerte, el rechazo por las deformaciones y la naturaleza alterada por lo que la sociedad considera anormal.
Asimismo, los inicios de la fotografía en el siglo XIX constituyen otra fuente para su obra, haciendo referencia a todas las rupturas en el arte de fines del siglo XX, hasta aludir a obras más contemporáneas.
La obra de Witkin «trasgrede las normas permitidas y muestra lo inmostrable, a través de su fotografía cargada de tabúes impuestos por la sociedad y otros que se relacionan directamente con la especie humana. El tabú corresponde a una prohibición impuesta al individuo, creada al interior de un grupo humano, para mantener un orden moral y social», señala Franceschini, quien estudia la obra de este autor hace ya varios años.
Para Roberto Farriol, director del Museo Nacional de Bellas Artes, alojar la obra de un artista como Witkin, considerada transgresora y controvertida, no representa un problema, al contrario «Witkin en un artista muy potente en el arte contemporáneo, reconocido en grandes museos del mundo como el MoMA y el Museo Metropolitano de Nueva York, que tienen obras del fotógrafo como parte de sus colecciones. Sí, es provocador, pero el arte de por sí lo es, no traemos a Chile sus obras más controvertidas, la selección está pensada para que el público pueda apreciar, valorar y dialogar en torno al trabajo de este gran artista».
Vanitas, el nombre que lleva la muestra, en latín alude a la vanidad en el sentido de vacuo, vacío, donde lo importante no está en los objetos y elementos representados sino en la comprensión del fin de todo, en la muerte. Witkin invita a los espectadores a focalizarse en la profundidad del ser: cada obra es un juego que propone descubrir a través de la lectura y comprensión de la representación y del título. Los elementos no están puestos al azar, pero finalmente la anécdota relatada solo pretende advertir, como las Vanitas del período Barroco: «recuerda que vas a morir».
Joel Peter Witkin nació en el año 1939 en Nueva York, Estados Unidos. Ha ganado numerosos premios y fue condecorado como Comandante de la Orden de las Artes y las Letras de Francia. Vive y trabaja en Albuquerque, Nuevo México, Estados Unidos. Ha expuesto en distintos países, en importantes galerías y museos.
Su obra pertenece a las colecciones de destacados museos y galerías internacionales como el MoMA de Nueva York, el MoMA de San Francisco, el Museo de Bellas Artes de Boston, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Museo J. Paul Getty, el Victoria and Albert Museum de Estados Unidos, el Museo Stedelijk en Ámsterdam y la Biblioteca Nacional de Francia.