Los inocentes a la silla eléctrica
¿Vamos al teatro? Le propuse a la Pilo. Su respuesta fue un cuidadoso «no gracias, no te ofendas pero no quiero porque me voy a poner a llorar». El buen teatro, como todo arte, hace esas cosas. Nos recuerda lo frágiles que somos. Aunque también puede salir uno erguido, enhiesto,…